hace días que volví de Madrid, y hace días que tenía ganas de escribir...
una de las cosas que me llamó más la atención fue el metro. un metro muy limpio y cuidado para lo grande que es la ciudad. pero había algo en ese metro que me cautivó... sólo había que fijarse un poco en las paredes.. cerca de la ventana encontré una pegatina.. pero no era una pegatina cualquiera, era del tamaño de un din-A4 y en su interior se podían leer poesías, cuentos o simples relatos para los viajeros...
me impresionó ver como dentro del agetreo de una gran ciudad, todavía hoy podemos encontrar oportunidades en las que desconectar un poco de todo y sumergirnos por unos momentos dentro del fantástico mundo de la literatura.
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