domingo, 6 de febrero de 2011

Creciendo

Parece que vivamos en el día de la marmota. Cada día nos levantamos a la misma hora, recorremos la misma distancia para ir a trabajar, pasamos X horas en la oficina, comemos allí y seguimos trabajando. Cuando termina el día profesional, vuelta a casa... el mismo camino de siempre pero al revés.

El problema es que durante el año hay pocos momentos en que nos damos cuenta de como pasa el tiempo. En Navidad, que de una a otra parece que no nos haya dado tiempo casi ni a digerir la comida de la anterior; en los cumpleaños que llega el siguiente antes de que termines de soplar las velas del anterior; o en verano, cuando recuerdas lo que hiciste el verano pasado y parece que fuera ayer, pero no.

Los hermanos crecen a velocidad de rayo, lo que antes eran un par de enanos jugando a una pelota o corriendo por la cubierta de un barco, han pasado a ser un par de señoritos; que no digo que no sigan siendo pequeños, pero cada vez más mayores. ¡¡Y cómo pasa el tiempo!! Qué ganas de estar cerca para verles crecer y formar parte de su día a día. Y no sólo a los hermanos, sino también a los padres y a los amigos que también crecen y que, en parte, da pena no vivir un día a día para verles crecer.

Otras cosas nos esperan allá donde estemos para seguir nuestro día a día, nuestro peculiar "día de la marmota" y que cuando nos paramos a reflexionar, ya ha pasado un año más, con alguna que otra arruga que aparece para recordárnoslo...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

y como pasa el tiempo de rápido...
y como pasan los días contigo...
y como pasaron tantos momentos...
sigue creciendo como haces, haz de tu rutina algo novedoso y distinto.
una, que te echa de menos

Anónimo dijo...

como pasa el tiempo y los días junto a ti
te echo de menos