miércoles, 9 de diciembre de 2009

Recordando... encontré.

Con diez cañones por banda, viento en popa, a toda vela, no corta el mar sino vuela, un velero bergantín.
Un velero que nos iba a transportar durante mínimo cuatro años por un mar totalmente desconocido para muchos de nosotros. Un mar lleno de cosas por descubrir; de risas, de llantos y de momentos que no hemos olvidado y no olvidaremos nunca.

Bajel pirata que llaman, por su bravura , El Temido, en todo el mar conocido, del uno al otro confín.
Y  más de un Temido hemos tenido que esquivar, apoyar o incluso camelar, para llegar hasta el confín. Temidos que nos han enseñado; temidos que nos han transmitido toda su sabiduría.
Temidos como el gran Mariano, los piratas Marunys, Seber, Rubinat y el gran capitán Barraycoa.

La luna en el mar riela en la lona gime el viento, y alza en blando movimiento olas de plata y azul.
Olas que van, personas que vienen, tormentas que nos han hecho aún más fuertes. Oleajes que nos han dañado algún que otro mástil pero que al final, hemos conseguido arreglar.

Y va el capitán pirata cantando alegre en la popa, Asia a un lado, al otro Europa, y allá a su frente Estambul.
Y bien Asia, Europa o quizás quien sabe si no lleguemos a Estambul. Lo que está claro es que si estamos aquí, a algún sitio iremos. Nuestro primer paso consistía en llegar a este Aula Magna, y lo hemos conseguido. Nuestro siguiente destino… ahí fuera está.

Navega, velero mío sin temor, que ni enemigo navío ni tormenta, ni bonanza tu rumbo a torcer alcanza, ni a sujetar tu valor.
Valor es el que hemos tenido. Aunque más de un pirata también, al darnos clase. Tormentas hemos pasado unas cuantas, y temor… bueno, sólo a veces y antes de algún examen pero por lo demás…

Veinte presas hemos hecho a despecho del inglés y han rendido sus pendones, cien naciones a mis pies.
Naciones cual asignaturas, asignaturas que se nos atascaban, horas de estudio interminables, librando largas batallas entre apuntes y libros que bombardeaban nuestros pensamientos, y al amanecer, salíamos victoriosos ante nuestros trabajos, como aquel pirata ante los ingleses.

Que es mi barco, mi tesoro; que es mi dios, la libertad; mi ley la fuerza y el viento; mi única patria: la mar.
Recordar todos que nos pertenecemos a uno mismo, y esto no es mejor regalo ni peor castigo. Luchar por haceros valer, por estar en las primeras filas de la batalla, porque allá donde la caída es más grande, más grande es la victoria. 

Pero por ahora grumetes conformémonos con vivir el presente, aunque grande será el futuro y grande ha sido el pasado. Cuatro años hemos disfrutado con aventuras insospechadas, como fueron los GoliADs, por fin llegó aquel esperado 14 de Mayo en lo que casi todo salió a la perfección, un final de licenciatura que logró terminar de cohesionarnos como grupo.

Historias hemos vivido bajo las paredes de esta Universidad, entre ellas, los jingles de Creatividad con los que descubrimos más de un cantante y algún que otro bailarín profesional. También,  las desconcertantes clases en las que los profesores tomaron un rol como el de poli bueno y poli malo o incluso, aquellas clases en que salíamos tiritando al estrado para hacer alguna que otra presentación. Pero esto no quita, que fuera de estas aulas, no tuviéramos nuestros momentos. Salidas a Montserrat, Ripoll o Tarragona hicieron que nos conociéramos entre las diferentes licenciaturas, lo que acabó con un increíble viaje fin de carrera.
Por último, sólo me queda agradecer, en nombre de toda mi clase, a nuestros amigos de ADE por su aportación, durante estos cuatro años, de una visión analítica de la realidad.
No podemos olvidar tampoco, a nuestros compañeros de Derecho, ellos nos han recordado día a día las bases que soportan nuestra sociedad. Tampoco dejamos de lado a los psicólogos de esta promoción, los que esperemos aporten algo de cordura a este mundo.
 Imposible no acordarnos de nuestros compañeros de aula tanto tiempo: los periodistas, GRACIAS a ellos por aportar este granito de arena que ha hecho que cada día sea diferente. Pero, sobre todo, GRACIAS  a todos mis compañeros de promoción por acabar siendo una gran familia de la que será difícil olvidarse.
LARGA vida a los graduados.

No hay comentarios: